El dijo 'que te vaya bien', y le dije 'buena suerte y hasta luego', y nunca mas lo volveré a ver... (O tal vez, sea en algún tiempo)
Todo fue tan repentino que jamás lo hubiera imaginado (aunque tengo que admitir, que todos los días pensaba un poquito en ti)
Todo se volvió más complicado, pero ¿como decir que no?
Ya se acercaba el día, los nervios empezaban a invadir mi cuerpo, y mi cabeza se llenaba de preguntas (cerré los ojos y suspire)
Al llegar el momento, mi boca se secaba, mis manos sudaban, y no entendía porqué me daba pena hablar (había algo que me intimidaba, y si, -era su mirada-)
En su momento dudaba. Sentía una gran confusión. ¿Como podía sentirme así? (Recogí mis cosas, y mis fui)
De regreso a mi hogar recordé su mirada, y se la veía un poco rara. Podía notar en ella cariño, confusión y arrepentimiento. (Todavía no logro descubrir que es lo que quiere él de mi).
Luego de un tiempo volví a verlo, aunque esta vez, me importó menos (¿será que estaría olvidándolo?)
En mi cabeza creí que ya era suficiente, pero por algún motivo ¡me costaba tanto decir no! Es como una guerra constante entre lo que siento y entre lo que pienso...
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