"Tal vez la culpa fue mía, perdón"

Todavía no entiendo como puedes regalarme el cielo dentro de tu infierno, pero es el paraíso. 
Aunque sé una cosa: estoy en un infierno abstruso, y tarde o temprano me puedo quemar.
A pesar de eso no quiero alejarme, y daría mucho sólo por quedarme. Por no soltar tus manos, ni dejar de besar tus labios (a fin de cuentas eres el único capaz de ver mis sentimientos a través de mis ojos).
De alguna manera, con sólo ver la figura de su cuerpo lograba enamorarme cada día más. Con sólo admirarlo podía ver una belleza diferente. El roce de su piel con la mía, una sensación única. Podía sentir que no necesitaba más. 
 Su intimidad hace que me quiera de una forma extraña, con su tiempo, con sus formas, con sus reglas. Y no lo juzgo por eso... Bueno, no debería hacerlo. Cada uno tiene una forma de querer distinta y eso es lo que marca la diferencia.
Aunque no esté segura de que me quiera, puedo asegurar que le gusta que lo quiera, y eso es un poco molesto. 
Tal vez la culpa fue mía, perdón... Nunca imaginé sentirme de esta forma, no lo quise, pero sin embargo sucedió.