¿Casualidad?
Yo me dirigía hacia aquel sitió, muy contenta y nerviosa por no saber que habría al llegar (aunque nunca crei que hubiera sido tanto)
Pasó un rato, y entre carcajadas tocan la puerta.
Entra, sonríe y saluda.
Me mira, lo miro y sonrío. (Sólo eso basto)
Que casualidad que justo tú y yo estemos ahí.
En aquel lugar... Entro, y ahí estas. Te miro, y me miras (sonreímos)
Que casualidad que justo tú y yo estemos ahí.
Rodeados de amigos, música y desconocidos te acercas,
me hablas, ríes y me besas.
Que casualidad que justo tú y yo estemos ahí.
Luego de eso, nuestros encuentros comenzaron a ser menos casuales y mas incasuales.
Ocurre un imprevisto y le hablo sobre ella para que pueda ayudarla ("ella" era muy valiosa para mi)
Pasó el tiempo. Ya había confianza, ya había cariño. (Ya no quería más)
Por cuestiones de la vida me toco viajar. Tuve que alejarme un tiempo. (Te extrañaré)
Al regresar todo parecía seguir igual (aunque muy dentro mío notaba algo)
Pasaron los días, semanas, y meses. (Cada día, lo quería un poquito más)
Hasta que, las palabras de aquel señor golpearon contra mi. Muchos sentimientos surgieron en ese momento: desilusion, tristeza, rabia e impotencia... Simplemente no podía creerlo. (Lloré)
El señor, muy gentilmente alzó mi cara y dijo "no llores, no lo vale. Y ahí viene ella ¿ que excusa inventarás si te ve así?"
Sequé mis lagrimas y sonreí, a lo que le contesté "no se preocupe, inventaré una excusa"
Al pasar el tiempo todo acabo, y al pasar el tiempo comprendí que si sucedió... lo fue por algo.
Y fue entonces en que me pregunté:
¿Y sí sabia quien estaba detrás de la puerta?
¿Y si lo miré sabiendo que ocurriría ?
¿Y si sólo ocurrió por haber bebido un par de copas de más?
Y en ese instante entendí que en este mundo no existen las casualidades, sólo existe lo inevitable.
Pasó un rato, y entre carcajadas tocan la puerta.
Entra, sonríe y saluda.
Me mira, lo miro y sonrío. (Sólo eso basto)
Que casualidad que justo tú y yo estemos ahí.
En aquel lugar... Entro, y ahí estas. Te miro, y me miras (sonreímos)
Que casualidad que justo tú y yo estemos ahí.
Rodeados de amigos, música y desconocidos te acercas,
me hablas, ríes y me besas.
Que casualidad que justo tú y yo estemos ahí.
Luego de eso, nuestros encuentros comenzaron a ser menos casuales y mas incasuales.
Ocurre un imprevisto y le hablo sobre ella para que pueda ayudarla ("ella" era muy valiosa para mi)
Pasó el tiempo. Ya había confianza, ya había cariño. (Ya no quería más)
Por cuestiones de la vida me toco viajar. Tuve que alejarme un tiempo. (Te extrañaré)
Al regresar todo parecía seguir igual (aunque muy dentro mío notaba algo)
Pasaron los días, semanas, y meses. (Cada día, lo quería un poquito más)
Hasta que, las palabras de aquel señor golpearon contra mi. Muchos sentimientos surgieron en ese momento: desilusion, tristeza, rabia e impotencia... Simplemente no podía creerlo. (Lloré)
El señor, muy gentilmente alzó mi cara y dijo "no llores, no lo vale. Y ahí viene ella ¿ que excusa inventarás si te ve así?"
Sequé mis lagrimas y sonreí, a lo que le contesté "no se preocupe, inventaré una excusa"
Al pasar el tiempo todo acabo, y al pasar el tiempo comprendí que si sucedió... lo fue por algo.
Y fue entonces en que me pregunté:
¿Y sí sabia quien estaba detrás de la puerta?
¿Y si lo miré sabiendo que ocurriría ?
¿Y si sólo ocurrió por haber bebido un par de copas de más?
Y en ese instante entendí que en este mundo no existen las casualidades, sólo existe lo inevitable.
Comentarios
Publicar un comentario